EL INCREÍBLE HOMBRE MARMOTA: EL MEJOR FAN (4)

 THE INCREDIBLE MARMOT-MAN PRESENTS:

CHAPTER 4: THE BEST FAN

El Hombre Marmota se estaba empezando a hacer famoso en el barrio. Sus hazañas contra los monstruos convirtiédolos en caramelos sonaba por toda la red. Empezaban a verse críos en pijama por las calles con una sábana atada al cuello, cuando lo normal era ver a las madres con batas de "guatiné". Pero lo que más sorprendió a Marcial Mota fue un cartel colgado en una farola a muy baja altura. Era un dibujo del Hombre Marmota hecho por un crío en el que hacía referencia a ¿Un club de fans? Y le pedía ayuda. ¿Pero cómo podía él ayudar?

Marcial se sentía como un verdadero superhéroe "Así es como debía sentirse Peter Parker" pensaba. Y decidió hacer algo al respecto. ¿Pero cómo iba a ayudarlo si él no se podía meter en los sueños de quien quisiese?

Encendió su ordenador y se conectó a la web del club de fans del Hombre Marmota. Allí estaba conectado el crío que pedía ayuda, Lisandro Roncoso:

EL INCREÍBLE HOMBRE MARMOTA: EL SERENO NOCTURNO (3)


THE INCREDIBLE MARMOT-MAN PRESENTS:

CHAPTER 3: THE NIGHT SERENEMAN

Esa noche, como cada una desde que ocurrió el incidente de los somníferos caducados, Marcial Mota entró en un profundo sueño con el que ayudar a los niños que tenían pesadillas con monstruos.

En cada sueño, nuestro héroe salía de debajo de la cama del niño que inconscientemente le pedía ayuda en sueños. Los críos estaban despiertos asustados bajos las mantas. Luego, él esperaba a que el monstruo saliera del armario y poder asestarle una somanta de palos con la almohada o algún peluche. Las habitaciones de las niñas eran las más divertidas porque las muñecas de plástico con las que golpeaba a los monstruos hacían bastante más daño. Y por último, cerraba la puerta del armario y encendía la luz, así el monstruo no tenía donde esconderse y se transformaba en un caramelo. Luego cantaba una nana y los niños se dormían plácidamente chupando el caramelo-monstruo. Se volvía a meter bajo la cama y aparecía en su dormitorio tapadito.

Pero ese sueño era distinto, algo no iba bien. Cuando salió bajo la cama el chico estaba complétamente tapado sin moverse, algo que lo inquietó. Estuvo esperando un rato a que saliera el monstruo del armario, y no aparecía. Entonces, abrió la puerta del armario, y de repente, de debajo de las mantas apareció una figura bajita y gruesa y con una capa negra y un sombrero militar que lo empujó al fondo del armario y atrancó la puerta con una tabla, quedando así atrapado nuestro héroe.

-¿Así que tu eres el famoso Hombre Marmota?-Escuchó tras la puerta. Miró entonces por las tablillas de la puerta y observó al villano que amenazante sonreía con su candil y su trompetilla en la mano.
-¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes quien soy?
-Por favor, permite que me presente: soy El Sereno Nocturno, y odio que la gente duerma. Por eso soy Sereno, voy despertando a todo el mundo por las noches con mi trompetilla y alumbrando las ventanas con mi candil. Y tú, me estás causando muchos problemas, pero hoy se van a acabar todos de golpe.
-¿Qué dices? No te conozco de nada.
-Por supuesto que no. Pero yo a ti si Hombre Marmota. Estás interfiriendo en mis planes de conquistar el mundo de los sueños. Los niños son los que crean a los monstruos en sueños. Monstruos que yo he conseguido dominar. Y una vez que tenga el ejército de monstruos completo, ¡dominaré el mundo de los sueños! La gente no podrá dormir sin tener pesadillas, y cuando estén agotados les pediré una gran suma de dinero para poder dejarlos dormir. Las naciones del mundo me temerán, y lo mejor, es que estarán tan cansadas que por dormir tranquilos me pagarán lo que les pida. Y tu Hombre Nutria ¡NO PODRÁS IMPEDIRLO! ¡JUR JUR JUR JUR JUR!

EL INCREÍBLE HOMBRE MARMOTA: EL HOMBRE ORQUESTA (2)

THE INCREDIBLE MARMOT-MAN PRESENTS:

CHAPTER 2: THE ONE-MAN BAND

Sí lo sé, a mi tambien me pareció un nombre ridículo para un superhéroe o un supervillano cuando lo oí por primera vez. Había escuchado "El hombre araña", "El hombre murciélago", "El hombre antorcha", el que después se convertiría en su archienemigo: "El hombre marmota"... pero "El hombre orquesta" sonaba a cincuentón con un bombo y platillos accionados con el pie, una armónica en la boca y un organillo tocando "Había una vez un circo" en el metro. ¡Y nada más lejos de la realidad!... tocaba "Los pajaritos".

Al principio Ramiro Cuesta era una personilla del montón, poco más que un orgulloso indigente que vivía en el metro. No sé que le pudo pasar para convertirse en uno de los mayores supervillanos de Madrid. Según cuentan, por culpa de una otitis escuchaba los sonidos mutiplicados por 10. Así empezó a tocar su música más y más flojito para que no le dolieran los oídos, y la gente cuando caminaba no le oían y pasaban de largo y no le dejaban limosnas.

Pasó el peor invierno de su vida, sin dinero, sin comida y enfermo, pasando frío en el metro, y como había tanto ruido de gente y de trenes, se pasaba todo el día agazapado en un rincón con las manos tapándose los oídos. Así cada vez tenía más hambre y la gente le dejaba menos limosnas.

Una tarde en hora punta, cuando estaba apunto de expirar y desfallecer de la hambruna, un hombre misterioso ataviado con un extraño uniforme paramilitar con una trompetilla y un candil se acercó y le cogió la cabeza con ámbas manos. Tan débil, Ramiro Cuesta no pudo sino asumir su destino y dejarse llevar, pensaba que sería su fin, estaba acostumbrado a que lo ningunearan toda clase de hijos de perra, que le daba igual ya lo que le hicieran.

EL INCREÍBLE HOMBRE MARMOTA: EL ORIGEN (1)

THE INCREDIBLE MARMOT-MAN PRESENTS:

CHAPTER 1: ORIGINS

A long time ago in a neighborhood far, far away...

Todo empezó una tranquila mañana de primavera. El sol entraba por la ventana del pequeño pisito de VPO que había conseguido Marcial Mota en su barrio natal, Vicálvaro. Aún faltaban dos horas para que sonara el despertador pero Marcial remoloneaba con las sábanas sabiendo que después de la plaza que había obtenido como funcionario de la DGT, no importaba que llegara tarde, nadie lo iba a echar. De repente un gran estruendo sacudió los cimientos de la pequeña urbanización en forma de corrala. Martillos neumáticos, excavadoras, grúas y tractores invadieron la calzada seguidos por un ejército de trabajadores inexpertos recogidos de la puerta del INEM por el llamado Plan E. Iban a empezar a construir la nueva estación del metro y la obra iba a durar años.


Los primeros días Marcial Mota, probó de todo, tapones, cristales de climalit, la almohada sobre la cabeza, pero nada surtía efecto. No había otro remedio, debía de tomar algún somnífero para poder conciliar el sueño. Rebuscó en el romi del baño y encontró un tarro de somníferos que había dejado allí su abuela cuando vino de visita. Había caducado en 1986 pero supuso que tampoco tenía mucha importancia y... tomó cuatro píldoras.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...