EL INCREÍBLE HOMBRE MARMOTA: EL HOMBRE ORQUESTA (2)

THE INCREDIBLE MARMOT-MAN PRESENTS:

CHAPTER 2: THE ONE-MAN BAND

Sí lo sé, a mi tambien me pareció un nombre ridículo para un superhéroe o un supervillano cuando lo oí por primera vez. Había escuchado "El hombre araña", "El hombre murciélago", "El hombre antorcha", el que después se convertiría en su archienemigo: "El hombre marmota"... pero "El hombre orquesta" sonaba a cincuentón con un bombo y platillos accionados con el pie, una armónica en la boca y un organillo tocando "Había una vez un circo" en el metro. ¡Y nada más lejos de la realidad!... tocaba "Los pajaritos".

Al principio Ramiro Cuesta era una personilla del montón, poco más que un orgulloso indigente que vivía en el metro. No sé que le pudo pasar para convertirse en uno de los mayores supervillanos de Madrid. Según cuentan, por culpa de una otitis escuchaba los sonidos mutiplicados por 10. Así empezó a tocar su música más y más flojito para que no le dolieran los oídos, y la gente cuando caminaba no le oían y pasaban de largo y no le dejaban limosnas.

Pasó el peor invierno de su vida, sin dinero, sin comida y enfermo, pasando frío en el metro, y como había tanto ruido de gente y de trenes, se pasaba todo el día agazapado en un rincón con las manos tapándose los oídos. Así cada vez tenía más hambre y la gente le dejaba menos limosnas.

Una tarde en hora punta, cuando estaba apunto de expirar y desfallecer de la hambruna, un hombre misterioso ataviado con un extraño uniforme paramilitar con una trompetilla y un candil se acercó y le cogió la cabeza con ámbas manos. Tan débil, Ramiro Cuesta no pudo sino asumir su destino y dejarse llevar, pensaba que sería su fin, estaba acostumbrado a que lo ningunearan toda clase de hijos de perra, que le daba igual ya lo que le hicieran.


Pero el extraño personaje le apartó las manos de sus oídos y le colocó unos auriculares conectados a un Ipod. Ramiro entendió que ese extraño era el más malvado personaje que se había encontrado jamás, más incluso que aquel latin king que le metió el plátano por el ano, por el simple hecho de que ámbas palabras rimaban en consonante. Le miró a los ojos y éste oscuro personaje se mordió el labio inferior, frunció el ceño y puso al máximo el volumen del Ipod.

Sonaba "Eloisse" de Tino Casal tan dentro de su cerebro que Ramiro pensó que se le borrarían los recuerdos. Pero de repente... sólo escuchaba un leve susurro. Pensó que había disminuido el volumen al mínimo, pero cuando aquel misterioso personaje le quitó los auriculares notó la más placentera sensación de bienestar que había sentido desde hacía meses. No escuchaba a la gente ni a los trenes, se había quedado sordo.

-¡Gracias, gracias señor! Haré lo que me pida. Le estaré agradecido toda mi vida.

El uniformado se irguió, le puso la tompretilla en el pabellón auditivo y le esputó lo siguiente:
-Desde ahora serás Ramiro Cuesta, "El Hombre Orquesta", y trabajarás para mí. Levántate, tenemos mucho trabajo por hacer.
-¿Pero quien eres?
-Por ahora lo único que deberás saber es que me llaman "El Sereno".

TO BE CONTINUED NEXT SUNDAY....

El Increíble Hombre Marmota, ningún derecho reservado. Texto escrito originalmente en www.hazmeelhumor.com

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