GOBERNAR EL MUNDO: EL INCREÍBLE HOMBRE MARMOTA: EL ORIGEN (1)

THE INCREDIBLE MARMOT-MAN PRESENTS:

CHAPTER 1: ORIGINS

A long time ago in a neighborhood far, far away...

Todo empezó una tranquila mañana de primavera. El sol entraba por la ventana del pequeño pisito de VPO que había conseguido Marcial Mota en su barrio natal, Vicálvaro. Aún faltaban dos horas para que sonara el despertador pero Marcial remoloneaba con las sábanas sabiendo que después de la plaza que había obtenido como funcionario de la DGT, no importaba que llegara tarde, nadie lo iba a echar. De repente un gran estruendo sacudió los cimientos de la pequeña urbanización en forma de corrala. Martillos neumáticos, excavadoras, grúas y tractores invadieron la calzada seguidos por un ejército de trabajadores inexpertos recogidos de la puerta del INEM por el llamado Plan E. Iban a empezar a construir la nueva estación del metro y la obra iba a durar años.

Los primeros días Marcial Mota, probó de todo, tapones, cristales de climalit, la almohada sobre la cabeza, pero nada surtía efecto. No había otro remedio, debía de tomar algún somnífero para poder conciliar el sueño. Rebuscó en el romi del baño y encontró un tarro de somníferos que había dejado allí su abuela cuando vino de visita. Había caducado en 1986 pero supuso que tampoco tenía mucha importancia y... tomó cuatro píldoras.

Una luz verde empezó a emanar de su boca, la caja torácica le iba a explotar y un ácido ardor le cabalgaba por la garganta. Pensó que era su fin. Un fin tan absurdo como para salir en Impacto Total, muerto por tomar somníferos caducados. Siempre había pensado que iba a morir de una forma mas digna, en la oficina de la DGT sellando carnés caducados o algo por el estilo. Cuando estaba a punto de expirar, todo se calmó, el dolor cesó y ya no escuchaba el martilleo ni las grúas. Pensó que estaba muerto y por eso tenía esa sensación de ingravidez y la vista nublada. Flotaba sin percibir sonido molesto alguno, sólo escuchaba el sonido del mar de las playas de Alicante donde iba a veranear y un leve susurro del viento de la sierra madrileña.

Quizás por vergüenza no quiso ir al hospital y fue directo a trabajar. En el trayecto del metro, no percibía el olor a sudor ni los chillidos molestos de los niños que iban al colegio. Cuando llegó a la oficina como si un all-bran se hubiera tomado, empezó a atender a la gente sin la mala leche que solía tener, y pronto hubo acabado con toda la cola de personas.

Esa noche, mas relajado que nunca, se plantó su antifaz para los ojos, se acostó con su pijama de Winnie de Pooh en el que su madre le había bordado "Mar. Mota" y soñó como nunca había soñado. Un extraño sueño en el que él ataviado con su pijama, su antifaz y su sábana del Real Madrid por capa, luchaba contra un monstruo en un armario de una habitación de un niño. Ése niño, le resultaba familiar; siempre se sentaba con su madre a su lado en el metro.

Al día siguiente, algo extrañado, se dirigió en su pompa hacia trabajar como todos los días y allí estaba el crío con su madre. Por mera curiosidad, no pudo sino escuchar la conversación que mantenían:

-Luisito, estoy muy orgullosa de tí, esta noche has sido un niño grande, y no has mojado la cama.

-Mamá, es que esta noche no he tenido pesadillas. Un superhéroe ha acabado con el mounstruo del armario. Iba con un traje de Winnie de Pooh y una capa del Real Madrid.

-¿Si hijo? ¿Y cómo se llama ése héroe tuyo?

-Marmota mamá, se llama el hombre marmota.

En ése preciso instante Marcial Mota comprendió que todo lo ocurrido en su extraño sueño había ocurrido en la realidad del mundo de los sueños. Ahora tenía una misión que cumplir, los poderes que las píldoras caducadas le habían dado no podían ser desperdiciados. Tenía un gran poder que conllevaba una gran responsabilidad: dormir mucho y vencer a las pesadillas en el mundo de los sueños para que los niños no mojaran la cama. Esa noche nació el primer héroe de Vicálvaro.... EL HOMBRE MARMOTA.