CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE (I parte)

Nos encontramos en un momento único en la historia de la humanidad, la desaparición de un recurso básico. En unos pocos años el petróleo, que es la base del sistema económico desaparecerá, y el bienestar social que conocemos dejará de existir. Y esto no es una locura apocalíptica de un conspiracionista, es un hecho, el petróleo empezará a escasear a ritmos vertiginosos en 20 años.

Hoy por hoy, usamos 6 barriles de petróleo por cada 1 que encontramos, en 8 años pasará a 8 barriles por cada 1 que encontramos, es decir, estaremos tirando de reservas en un 700%.

Algunos piensan que se habrá descubierto algo para ese entonces que supla la existencia energética del planeta entero. No creo que eso sea muy plausible. Otros piensan que con las energías renovables podremos abastecernos. Tampoco es cierto. Lo cierto es, que el petroleo no tiene sustituto en la naturaleza porque es un combustible barato y fácil de extraer y manufacturar, no hay que crearlo. Pero si consiguiésemos modificar todo el sistema energético del mundo en pongamos 40 años, todavía nos haría falta pretóleo para la elaboración de todo tipos de compuestos, entre ellos, los plásticos.



Es posible hacerlo, sí, pero un factor que nunca se tiene en cuenta a la hora de hablar de cambio ecoenergético es la economía. Si se decide hacer algún día, la economía mundial estará tan rota que no habrá recursos (empresas) que sean capaces de fabricar los elementos tecnológicos necesarios para tal fin. Ni la gente tendrá dinero para comprarlos.

Os lo explico. Actualmente el 80% del empleo en los países desarrollados es destinado al sector servicios. En los sectores primarios, como la agricultura, la pesca,... o secundarios como la industria, los empleos son cada vez automatizados por máquinas, produciendo la mayor parte del desempleo existente. Siempre hemos confiado en que otro sector se encargaría de recoger los empleos perdidos de estos, y así es, hasta que colapse. No hay capacidad de empleo tal, que pueda absorber el sector servicios a todos los demás. Pero si fuese capaz, no estaríamos teniendo en cuenta la automatización del empleo en el sector servicios. Hecho que ya se está produciendo. Muchos restaurantes o kioskos de comida están automatizados, y esta tendencia será cada vez mayor en los próximos años, y a lo mejor un día se convierte en un estándar, al igual que ha pasado en los demás sectores económicos. ¿Por qué no en éste? Además, hay que tener en cuenta que la población aumenta exponencialmente y cada vez habrá menos oferta de empleo para la totalidad de la población.

Bien, da igual, imagina que conseguimos cambiar el petróleo por otra fuente de energía y el empleo universal no peligra. La manufacturación es cada vez más productiva y la automatización hace que las cosas cuesten cada vez menos. Pero el problema es que los niveles de pobreza también están aumentando exponencialmente, y llegará un momento, debido principalmente a la inflación (el aumento disminución del valor del dinero) y la deuda que no podramos comprar cosas por muy baratas que sean. Y esto teniendo en cuenta sólo la deuda del comprador, no la deuda del productor o del propio país.

Recopilemos:

1. Aumenta la población.
2. Aumenta la inflación.
3. Aumenta la deuda.
4. Aumenta los requerimientos energéticos.
5. Aumenta la pobreza.
6. Disminuye el empleo.
7. Disminuyen los recursos.

Único final posible si no se hace algo: EL COLAPSO.

CONTINUARÁ...