COMO SER GORDO Y SOBREVIVIR A LAS REBAJAS

Después de las comilonas de navidades, no sé a quién fué el guapo que se le ocurrió poner las rebajas. Siempre te compras ropas de tu talla pre-navidad que luego nunca te llegas a poner porque nunca recuperas tu talla. Y es que lo único peor que hay de ser gordo, es ser gordo y no reconocerlo.

Siempre decía que mi talla era una L, pero circunstancialmente había pasado a ser una XL, pero que en breve volvería la tripa a su cauce. Ya llevo 3 años con una XL. :(

Y con el trabajito que cuesta asumir que eres gordo, llegan las rebajas y te dicen que no hay sitio para tí en este mundo. Vas a comprarte ropita como la gente normaL y te das cuenta que no hay tallas para tí. Que toda la ropa en venta es de M o L, pero es que la poca ropa que encuentras de XL es larguísima. Para que me quede bien de hombros me tiene que llegar por las rodillas.

Y claro, es que ha cambiado la fisionomía del español medio por lo visto. Y entonces es cuando piensas "¡Joder! que me he quedado antigüo". La ropita ahora es para chavalitos de los que antes llamábamos "maricones seguro" los anchos de espalda y estrechos de culo.


Después de todo, me doy con un canto en los dientes, porque si fuese mujer yo creo que me tendría que ir a las tiendas de tallas grandes, porque en el Bershka veo los pantalones esos de pitillo a lo Bratz, y lo flipo.

Por eso le he hecho el boicot a Inditex, yo no vuelvo a comprar en el Zara ni bufandas, que seguro que me quedan estrechas. Ýo me he probado XXL en el Zara y no me entraba ni las mangas. Me imagino el cuerpo que tiene que tener el que lo lleva y se me viene a la mente la película de Avatar. Piensas en qué momento la XL pasó de ser de gordos a altos, y resulta que fue mas o menos cuando tu pasaste de la L a la XL. ¡Me cago en la puta! ¿A mi generación le va a pasar todo lo malo? Las hipotecas mas caras, la educación más dificil, la ley del menor todavía no había salido... y ahora ¿la ropa más estrecha?

Pero ya fuera coñas, yo estaba muy feliz con una XL, pero cada vez que salgo a comprar ropa salgo cabreado y acomplejado. Y no creo que sea justo. En Celio me compro los pantalones que venden 3 largos diferentes, para gordos y bajitos, eso lo tengo dominado. Pero es que yo cuando veo a mi novia comprarse ropa lo flipo. No se la prueba, mira la talla de persona norMal y se la compra, y siempre le queda bien. No tiene que contemplar factores como la longitud del tiro del pantalón, no vaya a ser que le quede por encima de la tripa. (Porque su sitio natural es por debajo, y así nos lo hace saber la gravedad).

Así, que me tengo que ir a las tiendas "caras" donde los señores que me duplican en edad y me igualan en talla se compran las batas y las zapatillas. Y comprarme una chaquetita me supone el doble que a un normaL. La verdad es que gastan mas tela... ¡pero ese no es el caso!.

Por eso que después de 3 años sin poder comprarme ropa de persona joven y moderna como me considero, y después de haber asumido por fin que estaba gordo y comprarme ropa de viejo o de joven rapero o jugador de baloncesto, me he tenido que poner a dieta. Me he rendido, sí, pero no por los cánones actuales, sino por el bolsillo. O al menos así me consuelo...

Y nada, a intentar ser uno más de los bien vestidos y mal alimentados que pululan por los centros comerciales, de esos que entran en un McDonalds y se piden una ensalada. En serio ¿una ensalada? Que como sabéis ya, me encantan las ensaladas, ¿pero una ensalada de McDonalds? "Es que son bajas en calorías", ¡y una mierda, tienen pollo rebozado y frito!. Odio la comida grasienta... pero es que amo tanto la demás...

¡Eah! He terminado con la excusa del gordo, que los delgados están mal alimentados. "¡Gordito, que a lo mejor es que están haciendo deporte mientras tú estás escribiendo en el blog sentadito!". ¡Buff! Pues nada, a comer menos (porque como muy bien) y a hacer deporte (porque... porque no hago nada).

Pero eso sí, si tengo de nuevo mi L, al Zara tengo claro que no voy a entrar ni a por bufandas.