SE ATRAPAN MAS MOSCAS CON MIEL QUE CON VINAGRE

¿Facilita la ciencia el estudio de fenómenos extraños?

Una cosa que me ha llamado siempre mucho la atención es que muchas de las personas que creen en un fenómeno paranormal, creen en casi todos los demás por muy ridículo que sea. Se ha creado un mundillo de superchería que lo engloba todo: desde cómo medicarte con homeopatía, saber tu futuro a través del horócopo, hablar con los difuntos con bolas de cristal oscuro y energía verde (artículo de recomendada lectura complementaria a este post), a ser abducido cada pascua.

Y es que todas las doctrinas derivadas de la medicina tradicional china (que han surgido muchas de ellas en occidente y sin consentimiento de los médicos tradicionales chinos) tienen un nexo común, la energía canalizada, y si te crees una (según al parecer alguna ley no escrita) debes de creértelas todas. Lo cual quita credibilidad a las que sí pueden tener algo de ciertas, como la acupuntura.

Así te encuentras plantillas de reflexología o las famosas Power Balance, de las que ya hablamos, que hacen un flaco favor a la MTC.

Una de las consecuencias de creer las cosas en bloque, ya que los farsantes siempre intentan de tirar de campos de la ciencia para llevarlos "al lado oscuro de la fuerza", es que introducen materias mas o menos respetables en el mismo saco.



Es el caso por ejemplo de la ufología. Hay cada patán-rompepiedrasconlacabeza de intruso metido en esta especialidad, que la han convertido en otra patraña más llena de aprovechados y vendecuentos. De cada medio millón de páginas de internet (que conste que no las he contado) en la que busques algo del fenómeno OVNI, una dice algo mediánamente serio.

En cualquiera de esas páginas te dan todo lujo de detalles: nombres, lugares, fechas (generalmente hace tantos años que ya no puedes comprobar si es cierto), y así es normal que algún incauto se lo crea. Pero ¿por qué no se molesta la gente en conocer si es cierto o no? Simplemente haciendo la búsqueda inversa a lo que estabas leyendo para ver si hay algún tipo de fiabilidad. Hoy por hoy prácticamente no se estudia el fenómeno, sino que parece que hay una competición para ver quien hace el fotomontaje mejor hecho. Y eso dificulta mucho las labores de investigación.

Pongo como ejemplo el post de LA HIPERSENSIBILIDAD ELECTROMAGNÉTICA en la que símplemente buscando los datos que indican en la noticia, tales como currículo de los médicos, hospital en los que trabajan, historial de la paciente,... podíamos hacernos una ligera idea de la credibilidad que toma el artículo.

Lo que consiguen estos magufos conspiranoicos al asegurar que por ejemplo lo que se estrelló en el pentágono no fue un avión sino un misil, es quitar credibilidad a los que piensan que lo del 11S pudo ser un atentado de falsa bandera. Algo que es remótamente posible, se convierte en conspiranoia y superchería de vendemitos.

Lo que siempre le sucede a alguien que tiene una experiencia paranormal y la hace pública es que empiezan a llegarles los Iker Jimenez de turno y ya es cuando pierde toda la credibilidad. Pensamos que por ganar pasta, error, seguro que ganaría mas pasta si se lo llevaran a la NASA de turno a hacerle pruebas y detectaran que es cierto. Pero ¿por qué la gente se rodea de quien le da la razón (para su (de ellos) propio provecho) en lugar de querer escuchar la verdad?

Pero claro, comiendo el oído al incauto se consigue más que diciéndole verdades: "Se atrapan mas moscas con miel que con vinagre", pensará el engañabobos. Luego por supuesto queda como un loco, con ninguna de la credibilidad prometida, ni el respeto de sus semejantes. Cuando ponen a un señor con una experiencia interesante que contar, al lado de una colecciona-gatos medialoca, lo están poniendo a la altura de un magufo.

Quizás por eso mucha gente no se atreva a contar sus experiencias, algunas de ellas, quizás, dignas de un estudio científico serio.

Aunque... ¿no será problema de la ciencia que al no hacerles caso obliga a esas personas a ir al último recurso?